MARTA MINUJIN

Ayer, con un cielo azul a pleno y el sol en alto, Minujín sobrevoló las dársenas y el puente del arquitecto Calatrava para arrojar 250 kilos de flores.
"Subirse a un helicóptero es como tener aire en la cabeza; es estar dentro de un trompo. Es muy poético", explicaba ayer la artista Marta Minujín, poco antes de subirse al helicóptero con el que sobrevolaría el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, para su performance "Encuentra a tu igual"
Mientras tanto, un dron sobrevolaba el Puente filmando al público y sacando fotos (y en espejo, el público sacaba fotos al dron). El paisaje porteño de pronto sufrió otra breve transformación. El helicóptero de Minujín se había acercado al Puente como un mosquito. Tiraba miles de flores (y en el mismo Puente también se dispararon pétalos hacia el público). Y luego, saludando como una reina, la artista rubia vestida de negro se alejó en su nave, mientras saludaba al público por medio de mensajes grabados (como "Gracias por haber participado del cierre de la I Bienal").
                                   
Tres libros y nueve exposiciones en distintas partes del mundo; para la gran bestia pop, este año tiene su "menesunda", el sello descolocado y popular de una artista que podría haber sido una rockstar.
Marta Minujín se mueve de acá para allá en su taller de San Cristóbal. Éste es su año: presenta tres libros e inaugura nueve exposiciones en distintas partes del mundo.Nada es imposible para ella. "A mí siempre me gusta descolocar para crecer. Al descolocarse, la gente crece porque se tiene que ajustar a una nueva circunstancia", dice.